Seré breve, sólo mencionaré detalles específicos en el orden que han presentado para abordar un último detalle de la estructura de la conciencia, precisamente uno que conecta a la personalidad y la atención.
Por una parte, es por medio de la atención que la conciencia obtiene la información para representar los fenómenos del entorno, genera nuevos contenidos representados en la conciencia y construye la realidad. Que aunque es una realidad subjetiva, es la realidad que cada persona vive.
Por otra parte, la atención es dirigida de acuerdo a la jerarquía de objetivos de cada persona para seguir sumando contenidos a la conciencia y seguir construyendo su realidad.
Y a su vez, esta jerarquía de objetivos y la suma de contenidos, con sus interrelaciones y complementariedad, es lo que constituye y da forma a la personalidad.
Entonces, si la atención integra nuevos contenidos a la conciencia, con los cuales se forma la personalidad, pero la personalidad es esta jerarquía de objetivos que dictan la manera en que se utiliza la atención para representar información y sumar nuevos contenidos a la conciencia, ¿qué componente va primero? ¿estamos ante una paradoja?
¿La atención forma a la personalidad o la personalidad gestiona la atención?
“la conciencia no es un sistema estrictamente lineal, sino que es un sistema en el cual impera una causalidad circular. La atención da forma a la personalidad pero, a su vez, es formada por esta última” (Csikszentmihalyi, 1996, pg. 62).
Este es el componente y objetivo principal de esta entrada: identificar y ser conscientes de esta causalidad circular entre la atención y la personalidad.
Porque al identificar la causalidad y sus secuencias, se puede tener un mejor entendimiento y una mejor perspectiva de la interacción entre la conciencia, la atención y la personalidad.
Y además, que en lo personal considero más importante, con este entendimiento se pueden entonces evaluar las estructuras y las secuencias que se generan en la conciencia. Lo cual implica que cada persona tiene la capacidad de modificar su realidad cambiando dichas estructuras y secuencias.
Como el introvertido en el ejemplo de la entrada “Los mecanismos de la atención y la construcción de la realidad”, al comprender sus objetivos y la forma en que estos afectan sus mecanismos y focos de atención, dicho individuo puede reconsiderar si desea reforzar esa personalidad o hacer algo al respecto para modificarla. Y esta decisión de reforzar o no la personalidad, aunque nos demos cuenta o no, la hacemos constantemente, dado que constantemente estamos utilizando la atención.
Parafraseando al Dr. Csikszentmihalyi, o Dr. C. como le he llamado en el blog para fines prácticos de dicción, con lo descrito hasta el momento comienza a surgir la estructura de la conciencia. Será en las siguientes entradas donde se profundice en la descripción de las secuencias, los procesos y las dinámicas de esta estructura para identificar las maneras en que la conciencia se desordena, mantiene el orden o alcanza uno nuevo. Y será este nuevo orden con el que se experimentará el flujo.