Para poder iniciar el desarrollo del blog considero que el primer paso es ponernos de acuerdo y establecer un consenso respecto a la forma en que entendemos el flujo. Es decir, establecer una especie de definición, pero no tan formal.
Dado que el flujo es una experiencia subjetiva, este podría ser experimentado de muchas formas y descrito de muchas maneras. Sin embargo, los sentimientos, sensaciones y características descritas por quienes lo hemos experimentado, son las mismas o muy similares sin importar lo distinto de nuestros contextos, geografías, culturas o edades.
Tomando en cuenta estos factores, y la propia naturaleza subjetiva del flujo, vale la pena, primero, formular una definición de manera individual y personal, para que entonces sea más fácil de comprender y comunicar. Y al tener ya cada quien su definición personal, esto nos permitirá, como segundo paso, desarrollar el consenso y construir una definición en conjunto, estableciendo así un punto de partida para la comunidad de la “Experiencia Óptima”.
Antes de seguir, y tomando en cuenta estas primeras incursiones y entradas del blog, sí quiero aclarar que por el momento NO se incluirá alguna definición formal u oficial del término mediante la cita de algún texto del Dr. Csikszentmihalyi, de sus colaboradores o de algún otro libro o institución, no todavía. Pero quédense tranquilos, porque llegará el momento, para nuestros propósitos de análisis y reflexión, en el que sí se incluirán las definiciones oficiales del flujo en las entradas y artículos sucesivos del blog, de tal manera que formen parte de la “Experiencia Óptima”.
Entonces, volviendo a la definición consensuada, la intención es empezar primero con una breve definición y descripción de lo que para mí es el estado de flujo, al menos para establecer un concepto base de entendimiento o como referencia.
Posteriormente, y como uno de los principales objetivos de esta entrada, me gustaría invitarlos a que aporten sus propias definiciones, preguntas, respuestas, y/o retroalimentación de mi definición y del artículo en los comentarios al final de esta entrada. De esta manera, con su participación, sus aportaciones y, la evolución del blog y la “Experiencia Óptima”, podremos corroborar si nuestras definiciones y la forma en la que entendemos y vivimos el flujo son lo suficientemente similares o comparables para seguir desarrollando la conversación.
Cabe mencionar, si llegaste a este sitio y no sabes o no estás seguro a que me estoy refiriendo con el flujo, no te preocupes, sigue leyendo para que puedas ir formando tu definición y comprensión propia.
Antes de establecer la definición, para evitar confusiones, considero importante aclarar que existen diferentes formas o términos que indistintamente son utilizados para referirse al flujo. Estas y estos se encuentran en la literatura existente o en las traducciones de material de inglés a español (al menos las que yo he encontrado y revisado), así como en páginas y documentos en internet que he podido revisar.
Entre las formas de llamar al flujo que yo conozco se incluyen:
- Experiencia de flujo
- Estado de flujo
- Flow (en inglés)
- Fluir (como el título del libro en español)
- La fluencia (*aunque sólo lo he encontrado en un libro)
- Experiencia de disfrute (según yo casi no se utiliza, sólo lo he encontrado en el libro “Fluir”)
- *Experiencia óptima (aunque se usa en ocasiones para referirse a la experiencia de flujo, no es exactamente lo mismo, pero ya lo explicaré posteriormente en otra entrada del blog)
Bien, sin más preámbulos y aclaraciones, mi definición de flujo es la siguiente:
- Flujo: Estado de gozo o sensación de disfrute que siento al enfocarme e involucrarme totalmente en una actividad de manera voluntaria. La actividad exige un esfuerzo inicial con el propósito de lograr algo que concibo como difícil, pero para lo cual confío que tengo las habilidades para conseguirlo. Mediante esta combinación de atención, involucramiento y esfuerzo se genera en mí un estado de bienestar que me hacen querer volver a realizar la actividad.
Listo. Ahí está. En pocas palabras, esto es el flujo para mí.
Y con esta definición y comprensión sé que la experiencia de flujo puedo obtenerla en diferentes actividades, las cuales probablemente ustedes también lleven a cabo.
Por citar algunos ejemplos, experimento el flujo cuando corro distancias de más de 10 kilómetros (al entrar en la zona, como también le llaman algunos). También lo experimento al tomar una clase de yoga. También me siento en flujo cuando cocino ciertos platillos nuevos o recetas complicadas, sobre todo que las que toman más tiempo. También experimento flujo con lecturas para las cuales requiero concentrarme por periodos largos (como con los temas relacionados al flujo). O quizás en una partida de juegos de mesa como Catán o Suburbia.
Y como último ejemplo, experimento flujo al escribir sobre el flujo. En consecuencia, crear y desarrollar la “Experiencia Óptima” me resulta una experiencia de disfrute en sí misma.
Aunque la mejor forma de entender el flujo es al experimentarlo y vivirlo, en ocasiones no contamos con los conocimientos para entender qué es lo que estamos sintiendo y cómo podemos volverlo a sentir. Por eso el propósito de la “Experiencia Óptima” es avanzar en la comprensión del estado de flujo. Al entender las características y los componentes que la ciencia ha identificado como sus piezas integrales, podremos buscar más y mejores oportunidades para vivirlo.
De esta manera, la intención es tener la oportunidad de llevar a cabo esta comprensión y entendimiento, ya sea de forma individual/personal o de forma conjunta. Y para lograr estos objetivos serán fundamentales las contribuciones y aportaciones de los miembros de la comunidad de la “Experiencia Óptima” de acuerdo a sus preferencias, objetivos y subjetividades.
Ya casi por terminar, y para dar los siguientes pasos en la construcción de nuestra definición conjunta del flujo, para ti ¿qué es el flujo? ¿Lo has experimentado alguna vez? ¿Qué actividades te permiten entrar en estado de flujo?
Y si a lo mejor no puedes recordar alguna experiencia de flujo específica, o en caso de que no estés seguro si estabas o no en flujo, quizás pueda ayudarte pensar en esos momentos de felicidad en los que lograste algo que te presentaba un reto importante; o pensar en actividades en las que logras concentrarte y nada te distrae; o recordar esos momentos de disfrute en los que al terminar lo que estabas haciendo sentiste como si el tiempo hubiese transcurrido de manera diferente, que “perdiste la noción del tiempo”.
Pocas veces se menciona, pero recordar momentos de felicidad de la infancia o de la adolescencia, es un método práctico para identificar actividades que te permitieron sentir el estado de flujo.
Lo que más me motiva a comprender y buscar entender cómo experimentar el flujo es la noción de que cada quién lo puede vivir como mejor le convenga o le interese. No hay una sola ruta, ni un solo destino. Pero aun así, es una experiencia que sí podemos compartir y con la cual podemos conectarnos, ya sea a través de esa emoción de felicidad, o el sentido de logro, de paz o de bienestar.
Gracias de nueva cuenta por leer este blog. Espero tengas ganas de incluir tu definición o comprensión del flujo en los comentarios.
Excelente introducción al tema.
Saludos