La fuerza que mantiene el orden en la conciencia

wood hand texture sitting
Photo by cottonbro on Pexels.com

Sean buenas o malas, no importa, en esta entrada hablaremos de las intenciones, particularmente cómo y por qué surgen, así como las funciones que desempeñan en la conciencia. 

Previamente, en la entrada Ser consciente y ser conciencia, ya se había mencionado que la conciencia puede entenderse como “información intencionalmente ordenada”. Es decir, la conciencia puede entenderse como un conjunto de información que tiene un orden intencionado

Dado lo anterior, y para comprender mejor el orden intencionado de la conciencia, es importante aclarar qué es una intención de acuerdo a la teoría desarrollada por el Dr. Csikszentmihalyi en “Fluir”. Esa es la intención y el objetivo de esta entrada.

Por cierto, como se ha hecho en entradas anteriores, cada que me refiera al Dr. Mihaly Csikszentmihalyi, será sólo como Dr. C..

Bien, comienzo a ordenar intencionadamente los contenidos de esta entrada. 

En su texto el Dr. C. explica que las intenciones también son información en la conciencia y que estas surgen “cuando la persona se da cuenta que desea algo o quiere conseguir algo” (Csikszentmihalyi, 1996, pg. 50).

Cuando existe una necesidad o un deseo surge la intención. Al surgir la intención esta causa que la mente discrimine información para enfocarse solamente en ciertos estímulos. Mediante este proceso la conciencia podrá recuperar el orden de sus contenidos y/o mantener su información ordenada permitiendo que la persona decida y actúe para obtener lo que desea o para conseguir lo que quiere.

Intenciones = “la fuerza que mantiene de forma ordenada la información que se halla en la conciencia” (Csikszentmihalyi, 1996, pg. 50).

Para entender mejor cómo funcionan las intenciones, pondré un ejemplo habitual y cotidiano: ante la necesidad biológica de alimentarse, sentimos hambre y entonces surge la intención de comer. 

En este caso, la intención de comer hará que empecemos a buscar y revisar la información pertinente en la mente y en la conciencia mediante preguntas como:

  • ¿Ya es hora de comer?
  • ¿Por qué siento hambre?
  • ¿Hay comida disponible a una distancia suficientemente corta? 
  • ¿Necesito cocinar? 
  • ¿Es más conveniente si pido comida a domicilio?
  • ¿Hice algún compromiso para comer con alguien? 
  • Otras …

Todas estas preguntas nos hacen recabar información que, de acuerdo a la intención de comer, nos permitirá recuperar o mantener el orden de la información de la conciencia.  

Incluso es normal que también se agreguen otras intenciones, por ejemplo “No quiero cocinar”, “no quiero perder tiempo”, “no quiero comer solo”, etc. Combinadas las intenciones, manteniendo el orden en la conciencia, se puede llegar a la decisión y llevar a cabo la acción 1) de comer, 2) lo antes posible (no quiero perder tiempo), 3) pero en compañía de alguien (no quiero comer solo).  

Con este ejemplo es sencillo reconocer que, sin importar si son biológicas o sociales*, aprendidas o heredadas, las intenciones que cada uno tiene “se organizan en jerarquías de objetivos que especifican el orden de prioridad entre ellos” (Csikszentmihalyi, 1996, pg. 52).  

Tomando en cuenta la presencia de varias intenciones, es importante reconocer que en ocasiones habrá intenciones que “compitan” en la jerarquía de objetivos y que busquen mantener un orden distinto en la conciencia. En estos casos se tendrá que elegir una intención por encima de la otra.

Para comprender mejor esto, utilizando el mismo ejemplo, podría ser que la intención de bajar de peso o la intención de comer más tarde compitan con la intención de comer lo antes posible. Si la decisión se basara en alguna de estas dos intenciones, ya sea para bajar de peso o comer más tarde, la intención de comer inmediatamente será rechazada. 

Uso este ejemplo específico con el objetivo de ilustrar que, aun y cuando las intenciones pueden surgir a partir de necesidades biológicas, como la sensación de hambre, cada individuo tiene la capacidad, en todo momento, de decidir qué intenciones utilizar para conservar cierto orden en la conciencia.

Por esto es que se había mencionado, en el Primer recuento de la anatomía de la conciencia, que las intenciones pueden influir en la estructura y orden de la conciencia.

Por último, y porque seguramente ya lo notaron, al concepto intención también se le puede llamar instinto, necesidad, impulso, o deseo. Pero para ser más práctico, el Dr. C. optó por utilizar el término intención, porque es más neutral y porque se limita a expresar lo que se hace, en vez de expresar o explicar el porqué se hace. Como se ha mencionado anteriormente, el enfoque del Dr. C. se limita al aspecto fenomenológico (el fenómeno o evento) y deja de lado las motivaciones inconscientes o aspectos anatómicos.  

El objetivo principal de esta entrada ha sido el de entender que las intenciones son la fuerza que mantiene ordenada la información de la conciencia

Mediante las intenciones y las jerarquías de objetivos empezamos a trazar la ruta para entender cómo se puede mantener el orden en la conciencia. A su vez, estos conceptos nos permitirán integrar los demás elementos y procesos en la conciencia con los cuales podremos desarrollar y alcanzar orden en la conciencia y experimentar estados de flujo.  

Si tienes la intención de comentar o sientes la necesidad de preguntar, adelante. Para eso es la Experiencia Óptima, para intercambiar opiniones, promover el diálogo, y mantener el orden de la conciencia en conjunto.

*Estas necesidades u objetivos sociales se explican en el primer capítulo del libro, al cual no me he referido ni lo he incluido en el blog. Pero para efectos de esta explicación, se refiere básicamente a las reglas sociales que heredamos o vamos aprendiendo, consciente o inconscientemente, para coexistir y convivir en sociedad. Algunos ejemplos de estas necesidades son los modales, las reglas de cortesía, y los comportamientos o conductas ante ciertos grupos.

Deja un comentario

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *